El Joker y el trastorno de la personalidad antisocial

Tiempo de lectura: 15 minutos.

1. Introducción

Estoy seguro que si has entrado a este artículo es porque el personaje del Joker te resulta fascinante, y quizás también te interese entender un poco mejor el trastorno de la personalidad antisocial si ya lo conoces o entender de qué se trata en el caso de que lo desconozcas. Este artículo te ofrece ambas cosas. Podrás saber la historia del personaje, así como sus inicios en la industria del cómic, y también detectar las señales típicas de una persona antisocial. Para ello, he confeccionado un puente entre personaje y trastorno, quizás de esa forma resulte una lectura más amena tanto para aquellos que desean conocer detalles más concretos del comediante como para los que les gustaría conocer el perfil de las personas con trastorno antisocial a través de un ejemplo ilustrativo. Para construir este puente he tomado el Joker de Heath Ledger como ejemplo. Analizaremos su actuación en El Caballero Oscuro de Christopher Nolan y lo contrastaremos con el perfil del trastorno de la personalidad antisocial, del cual ahondaremos dentro de poco.

Eso sí, quiero que se tenga en cuenta que el ejemplo que se utiliza en este artículo está enfocado para entretener al lector, no analizar un caso representativo del trastorno (obviamente, mal nos iría si tuviéramos centenares de «jókeres» pululando por ahí). En cualquier caso, sus conductas llevadas al extremo servirán para clarificar sin ningún género de dudas qué define a una persona antisocial.

A lo largo del artículo abordaremos los siguientes puntos: 1) una introducción del Joker y sus inicios en DC Comics, 2) el perfil psicológico y conductual del trastorno de la personalidad antisocial, 3) análisis del Joker de Heath Ledger en función de los criterios diagnósticos del trastorno antisocial según el manual diagnóstico DSM-5, 4) conclusiones y discusión del análisis y 5) algunas aclaraciones conceptuales de términos relacionados como la psicopatía y la sociopatía.

2. Una breve aproximación al personaje, su origen y presencia en los medios

El Joker es uno de los villanos de ficción del mundo de DC Comics más famosos que existen actualmente. Debido a la fascinación que despierta su personalidad excéntrica y maquiavélica ha conseguido su adaptación audiovisual en numerosas ocasiones, y en la mayoría con bastante éxito (todos sabemos qué adaptación entra dentro de la categoría de “fracaso”), ampliando y difundiendo aún más la fama de este personaje.

El más que conocido antagonista por excelencia de Batman, tuvo su primera aparición en el comic “Batman nº1” (Finger, 1940) tras varias dificultades para que los diseños del Joker (de la mano de Jerry Robinson) fueran aprobados. Este personaje icónico del mundo audiovisual y de la historieta apareció sin ningún tipo de justificación argumental en el mundo de DC, como un villano más. En la obra The Joker’s Millions (Vern, 1952) es cuando empieza a interpretar un papel más “bromistas”, mostrando parte de los rasgos que hoy conocemos del Joker, pasando de un simple delincuente con pretensiones de hombre adinerado (pero realmente arruinado) a un delincuente y criminal que comete actos y hechos punitivos dentro del marco penal como una forma de burla. Finalmente, es en la historia de The Joker’s Five-Way Revenge (O’Neil, 1970) donde por fin personifica al payaso psicópata que conocemos hoy en día, y en cuyo argumento busca asesinar a los antiguos integrantes de su banda criminal.

Batman nº1 (1940)
The Joker’s Millions (1952)
The Joker’s Five-Way Revenge (1970)
The Killing Joke (1988)

No sería hasta 1988 que se lanzara un nuevo cómic con su figura como coprotagonista principal, en The Killing Joke (Moore, 1988). En esta historia, el Joker es un empleado casado (y a la espera de su primer hijo) de una fábrica de productos químicos, pero que decide dimitir para dedicarse y entregarse al mundo de la comedia. Sin embargo, no tiene éxito en sus objetivos como comediante, así que para seguir manteniendo a su familia decide formar parte de un grupo de criminales con el que robar la compañía en la que previamente trabajaba. Para su desgracia, su mujer fallece y finalmente decide no efectuar el golpe. Sin embargo, acaba siendo persuadido para que siguiera con el plan. Una vez en la fábrica, se da el primer encuentro entre Batman y “Joker” (y digo “Joker” a falta de que se termine por consagrar el personaje), resbalándose éste y cayendo a un pozo de productos químicos que lo dejan con la representación que ya todos conocemos: la cara blanca debido a quemaduras químicas y el pelo verde, que él mismo se encargaría de maquillar aun más para darle la apariencia de payaso. A partir de ese momento, “el comediante” perdería la cordura, no pudiendo soportar la pérdida de su familia y los cambios físicos tras el accidente químico.

No obstante, esta historia, aunque es una de las más conocidas, la compañía de DC comics nunca confirmó que fuese el origen formal del Joker. De hecho, la verdadera naturaleza del Joker y su verdadero inicio siempre se han rodeado de un aura de misterio, dándose múltiples versiones sobre su biografía y orígenes.

Además, a lo largo de todas sus apariciones ha demostrado un gran nivel de violencia y agresividad, que muchas veces tuvo que censurarse por parte de los revisores del Comics Code Authority (CDA), una asociación reguladora de comics norteamericanos. Es por esto que, generalmente, la personalidad del Joker ha sido distorsionada durante algún tiempo, rebajando sus niveles de violencia e impulsividad. Esta censura duró en torno a 30 años, y no fue hasta la década de los 80’s que se enfocó el comic hacia un tono más adulto en el que podría verse a este personaje sin cadenas. Si tenemos en cuenta que también existen licencias por parte de los creadores (principalmente directores de cine) en añadir o desvirtuar elementos del personaje, así como respecto a su historia, resulta difícil analizar de forma fiel al eterno payaso del crimen.

El personaje muestra falta de empatía, ausencia de remordimientos, conductas que atentan contra la integridad física y psicológica de los demás, es imprevisible e inestable. Donde Batman es un héroe con principios y valores inalienables, el Joker es su total antítesis; un ser sin principios ni escrúpulos. Tras sus deleznables actos no existe aparentemente una intención de obtener dinero ni reconocimiento, y sus motivaciones parecen relacionarse con un íntimo deseo de sembrar el caos como principal y único objetivo, desdeñando sobre todo a aquellos que siguen un camino preclaro y de rectitud, y que creen tener control sobre todo lo que les rodea, pretendiendo demostrar a esas personas que su percepción de control no es más que una ilusión tan fácil de derruir como un castillo inestable de naipes.

Sin embargo, estas diferencias entre personajes en principio podrían ser producto de la distorsión de la verdadera esencia humana debido a la represión que las personas imprimen sobre su propia naturaleza. Según el Joker en la novela gráfica de Alan Moore The Killing Joke: “He confirmado que no existe diferencia entre todos los demás y yo. Basta con un mal día para que el hombre más cuerdo del mundo enloquezca. A esa diferencia está el mundo de mí. A un mal día.” Sentenciando que todo lo que le rodea es una simple apariencia, y que solo falta un pequeño detonante para que todo se revierta, incluso en el caso de Batman, al cual hace una analogía con la anterior cita “Tuviste un mal día y todo cambió. ¿Por qué si no ibas a disfrazarte de rata voladora? Tuviste un mal día, y te volvió tan loco como a cualquiera… ¡Pero te niegas a admitirlo! Necesitas seguir fingiendo que la vida tiene sentido, que hay algún motivo para tanta lucha”.

El Joker ha sido adaptado al cine por primera vez en la televisión en la serie de Batman (Dozier, 1968), interpretado por Cesar Romero. Desde entonces, tuvo progresivamente una mayor aparición, llegando el personaje a los cines en 1989 en Batman de Tim Burton, encarnado por Jack Nicholson. Además, el payaso seguía vivo también en series animadas, pero fue en 2008 cuando Heath Ledger volvió a dar vida a este personaje en el cine, en la película The Dark Knight de Christopher Nolan, ganadora de dos premios Oscar, un oscar al mejor actor de reparto y otro a la mejor edición de sonido. Después de estas versiones, el Joker ha salido en el cine en Suicide Squad de 2016 interpretada por Jared Leto, y en 2019 en la película Joker, interpretada por Joaquin Phoenix (actuación que le valió el Oscar al Mejor Actor), centrada exclusivamente en la vida del Joker.

Cesar Romero
Jack Nicholson
Heath Ledger
Jared Leto
Joaquin Phoenix

3. Trastorno de la personalidad antisocial

Las personas con trastorno antisocial son impulsivos, manipuladores e irresponsables. Tienen poca preocupación o indiferencia por la seguridad de los demás, es decir, no tienen en cuenta los derechos, sentimientos o felicidad de las personas, y tampoco se preocupan por su propia seguridad. Se ha hecho referencia a la persona antisocial como sociópata o psicópata (Zuckerman, 1991). Las personas antisociales suelen presentar problemas conductuales en la infancia del tipo agresivo (p.ej. abusadores), intimidando a los demás niños inclusive con armas que pueden causar un daño físico grave, como un bate de béisbol o un cuchillo, y son los primeros en llamar la atención de la policía; frecuentemente se quedan despiertos hasta horas intempestivas en contra de los deseos de sus padres y se fugan de casa por las noches, así como de la escuela durante el día; rompen las reglas y normas sociales relacionadas con la edad (p.ej. fumar aún siendo niños o pelear con otros niños) y pueden causar daño a los animales. Este tipo de trastorno tiene peor pronóstico si se inicia en la infancia, siendo más difícil de modificar a la postre. Una vez que los problemas conductuales infantiles se integran en un patrón establecido, la probabilidad de un trastorno de personalidad antisocial se vuelve más probable y peligroso con el desarrollo de la fuerza física, capacidad cognoscitiva y madurez sexual, siendo potenciales perpetradores de violaciones sexuales, robos con violencia y crueles con sus víctimas. Son deshonestos, capaces de mentir y de estafar para sus propios fines.

Esta serie de características se evalúan en la dimensión de psicoticismo, que están de forma muy relacionada con sus rasgos primarios como la impulsividad; de facto, la delincuencia está asociada al psicoticismo, incluso más que en los psicóticos diagnosticados. Es más, este trastorno se da con mayor frecuencia en hombres que en mujeres, igual que sucede con el psicoticismo. Es por ello que se ha relacionado la delincuencia con las hormonas masculinas.

Otra característica de los antisociales es la impulsividad: la incapacidad para planificar el futuro (no son los asesinos en serie metódicos y analíticos que encontramos estereotipados en el cine), no tienen la habilidad para prever las consecuencias de sus acciones ni la de los demás y, por tanto, tampoco anticiparlas. Otras características presentes en el patrón antisocial son la irritabilidad, agresividad y la temeridad. Otra es la irresponsabilidad, ya que se aburren con facilidad y encuentran que la monotonía o la rutina les producen estrés. Por ejemplo, son capaces de abandonar a la familia sin ningún tipo de remordimiento o preocupación, y dejar el trabajo sin tener ningún plan para conseguir otro de inmediato. A pesar de toda esta imagen despreciable pueden presentarse afables y cordiales, con mucha labia o encanto superficial, y poder esencialmente sacar beneficio de aquellas relaciones que pueden aportarla (de hecho, el termino artista de la estafa se aplica comúnmente a personas antisociales). No obstante, son insensibles socialmente: capaces de racionalizar la agresión (darle sentido) bajo argumentos que se sostienen en que la víctima “se lo buscaba” o “le di antes de que me diera a mí”, por ejemplo, y que lo distancian de cualquier arrepentimiento.

Los antisociales tienen un umbral bajo para atacar y son vengativos. Tienden a irritarse fácilmente y a responder con agresión incluso a frustraciones menores (p.ej. máquina expendedora que se traga unas monedas; hijos que llegan tarde, etc.). La temeridad es otra característica, las personas antisociales muestran poca consideración por su propia seguridad y la de otros. Conducir en estado de intoxicación o con exceso de velocidad es un indicio de temeridad, al igual que tener sexo sin protección con muchas parejas.

Cuando se evalúa el perfil de personalidad antisocial, es necesario tener en cuenta el factor cultural, social y ambiental en el que viven algunas personas. Solo se expresaría el patrón antisocial, o pondríamos esta etiqueta, a aquellas personas que habitan en escenarios donde la pelea y la insensibilidad (por no nombrar más conductas antisociales) no se justifique en el marco en el que se vive (p.ej. zonas de guerra o de delincuencia). Es decir, el término antisocial debería usarse solo cuando el patrón de comportamiento es indicativo de disfunción y no supone una simple respuesta al contexto social inmediato.

4. Análisis del Joker de Heath Ledger

Este análisis se ha centrado en el Joker de Heath Ledger de El Caballero Oscuro de Christopher Nolan. Se toma como hipótesis un posible trastorno antisocial de la personalidad, y será evaluado en función de los criterios diagnósticos del DSM-5 para esta etiqueta nosológica. Se tomarán los criterios, y se expondrá lo ocurrido en la película para evaluar el trastorno, especificando entre paréntesis el momento en que ocurren los ejemplos a lo largo del film.

El DSM (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders) es el manual por excelencia junto al CIE (Clasificación Internacional de Enfermedades) para el diagnóstico psicopatológico. La última edición publicada del DSM es el DSM-5 (2013), que será el que utilizaremos en este análisis. Se trata de un manual que sirve como guía para la detección de diversos trastornos mentales. Aún así, sin duda se recomienda utilizar más como un recurso orientativo en la evaluación de la persona. El psicólogo/psiquiatra tendrá que recurrir además a pruebas específicas y/o entrevistas para el proceso de evaluación psicológica. Sin embargo, para nuestros propósitos, el DSM-5 será más que suficiente para extraer nuestras propias conclusiones (prefiero no entrevistar al Joker si puedo elegir, la verdad). Además, el sistema diagnóstico del DSM se basa en un procedimiento categórico, el cual implica que para cumplirse la tenencia de un trastorno se necesita tener un número mínimo de signos y síntomas particulares del mismo.

4.1. Criterios y evaluación de conducta del Joker

El formato de la evaluación del trastorno antisocial consistirá en la presentación de unos criterios diagnósticos (designados como A, B, C y D) compuestos por una serie de síntomas y signos característicos para dicho criterio (designados con números, principalmente en A), tal y como especifica el DSM-5.

Iremos viendo los criterios con sus síntomas y signos, junto a diversos ejemplos:

A. Patrón dominante de inatención y vulneración de los derechos de los demás, que se produce desde los 15 años de edad, y que se manifiesta por tres (o más) de los hechos siguientes:

1) Incumplimiento de las normas sociales respecto a los comportamientos legales, que se manifiesta por actuaciones repetidas que son motivo de detención.

  • (00:50-06:00). Se observa el robo a un banco liderado por Joker (Imagen 1).
  • (1:29:00) Joker confiesa haber secuestrado a dos personas (Rachel Dawes y Harvey Dent), los cuales se encuentran en dos localizaciones diferentes y solo podrá salvar a una; poniendo a prueba los principios de Batman, que tiene que dejar morir a alguno. Una de las personas secuestradas es íntima de Batman (Rachel); sabiendo Joker esto, y que Batman iría a por ella, Joker le dice que se encuentra en la localización donde realmente se encuentra Dent (Imagen 2).
Imagen 1
Imagen 2

2) Engaño, que se manifiesta por mentiras repetidas, utilización de alias o estafa para provecho o placer personal.

  • El personaje utiliza el nombre de “El Joker”.
  • (28:55-29:50 y 48:40-49:55) El Joker relata la razón del porqué de sus cicatrices en las comisuras. En el primer fragmento, narra la historia de su padre alcohólico que acuchilló a su madre delante de él, y aquel le preguntaba repetidamente “¿Por qué tan serio?, tras lo cual le metió un cuchillo en la boca y le provocó las heridas (Imagen 3). En el segundo fragmento, cuenta una historia totalmente distinta, donde estaba casado, y su mujer se endeudó con gente no recomendable. Como castigo le provocaron heridas en la cara, quedándole cicatrices. Entonces él, para que supiera que no le importaba sus cicatrices decidió provocarse las que lleva actualmente en las comisuras (Imagen 4).
Imagen 3
Imagen 4

3) Impulsividad o fracaso para planear con antelación.

  • (1:16:00-1:21:00) El Joker sin planificación alguna decide capturar a base de misiles a Harvey Dent, futuro Dos Caras (Imagen 5). Sus golpes o acciones (como el robo del banco en el principio del film) tienden siempre a un objetivo pero sin ningún tipo de plan previo.
    • Esto es lo que propone la película, y ya que esto no es un análisis fílmico no se entrará en más detalles sobre la «coherencia visonarrativa». Pero es interesante señalar que pese a no tener plan previo, casualmente tiene calculado los tiempos para traer un convoy de autobuses en los que escapar del banco y pasar desapercibido.
  • (1:48:00) El Joker habla con Dent sobre su falta de planificación (Imagen 6). Revela no querer preparar sus acciones para demostrar lo patético que es querer controlarlo todo, ya que irónicamente eso no lleva realmente a ningún resultado, haciendo referencia al cuerpo de policía (el emblema del orden) y hombres de poder que no son capaces de parar el caos que él mismo genera. Joker hace un símil respecto a su falta de premeditación con la siguiente frase: «¿Sabes qué soy? Soy un perro que corre detrás de los coches. No sabría qué hacer si alcanzara uno».
Imagen 5
Imagen 6

4) Irritabilidad y agresividad, que se manifiesta por peleas o agresiones físicas repetidas.

  • (2:04:00) El Joker utiliza la fuerza bruta contra Batman, golpeándolo con sus propias manos o con armas contundentes (por poner un ejemplo lo más burdo posible, pues es el único momento en que usa violencia física él mismo; momentos violentos de Joker son abundantes, en su mayoría ejecutados mediante armas de fuego o artefactos explosivos) (Imagen 7, Imagen 8).
Imagen 7
Imagen 8

5) Desatención imprudente de la seguridad propia o de los demás.

  • (1:18:40) Joker se queda inmóvil y desafiante ante el potencial atropello de Batman. Este finalmente no se atreve a embestirle y vuelca (Imagen 9).
  • (1:55:00) Un nuevo secuestro, en este caso de dos barcos (uno con civiles y otro con presos) con bombas en su interior. El Joker ha dejado un detonador para cada uno que permite explotar al otro barco y, bajo la amenaza de hacer explotar ambos barcos, obliga a que ellos decidan quienes deben morir. De lo contrario, si no toman una decisión, todos morirían (Imagen 10).
Imagen 9
Imagen 10

6) Irresponsabilidad constante, que se manifiesta por la incapacidad repetida de mantener un comportamiento laboral coherente o cumplir con las obligaciones económicas. No evaluable.

7) Ausencia de remordimiento, que se manifiesta con indiferencia o racionalización del hecho de haber herido, maltratado o robado a alguien.

  • (22:25) Toma un lápiz y dejándolo en vertical sobre la mesa empuja la cabeza de una persona hacia ella, mientras actúa con normalidad (Imagen 11).
  • (41:00) Joker amenaza a Batman con matar a una persona por día si este no desvela su identidad.
  • (50:20) El Joker coge a una mujer del brazo y la tira por una ventana mientras ríe (Imagen 12).
  • Evidentemente, hay multitud de momentos donde verificarse este tipo de conducta.
Imagen 11
Imagen 12

B. El individuo tiene como mínimo 18 años. Se cumple.

C. Existen evidencias de la presencia de un trastorno de la conducta con inicio antes de los 15 años. No evaluable. No hay evidencias al respecto.

D. El comportamiento antisocial no se produce exclusivamente en el curso de la esquizofrenia o de un trastorno bipolar. Se cumple. Pero es interesante señalar que este criterio concreto podría encontrar incompatibilidades al menos con el Joker de Joaquin Phoenix.

5. Tomemos veredicto

En resumen, tenemos que cumple el criterio A en 6 de los 7 hechos posibles. Hay que tener en cuenta que, aunque los eventos descritos se han colocado en unos signos en lugar de en otros, muchos de ellos son solapables. Por ejemplo, el secuestro mencionado al respecto de dos personas (Rachel y Dent), supone también el asesinato de una persona además de el engaño por parte de Joker para sus propios fines (mintiendo sobre el paradero de cada uno), por lo que podría caer en otros signos también. Por motivos prácticos, se ha dejado en uno solo.

El individuo es adulto, teniendo más de 18 años, y su comportamiento no se produce por el curso de otro trastorno psicológico. Respecto a la evidencia de trastornos de conducta antes de los 15 años, no queda constancia en la película. Como ya se mencionó en la introducción, el origen de Joker queda envuelto en cierto misterio, e incluso el que se considera formalmente los inicios del villano tampoco quedó confirmado por DC comics. En la versión cinematográfica más reciente, «Joker» (que tiene como nombre Arthur Fleck) interpretada por Joaquín Phoenix, sí habla de la infancia del personaje, aunque no entra en detalles al respecto. Al parecer, su madre presentaba algún tipo de trastorno psicótico y un novio de ella abusaba de Arthur sexualmente, tras lo cual la madre fue encerrada en un psiquiátrico y él pasó a cargo de los servicios sociales. Tras esta circunstancia, la película pretende hacer intuir que existió un comportamiento desviado por parte de Arthur, pero sin quedar claro a qué trastorno exactamente podría obedecer. Aunque los trastornos que envuelven a la familia Fleck son de tipo psicótico, lo cierto es que en las historietas no parece presentar tales síntomas, por tanto, en cualquiera de los casos y a falta de conocer la historia biográfica del personaje, es complicado confirmar el criterio C del trastorno antisocial de personalidad. A esto se le añade que, en esta última película, su comportamiento antisocial se ve acentuado tras dejar de utilizar la medicación (para un problema al que no se le da nombre, pero que podría ser epilepsia gelástica dado los síntomas de risa descontrolada que no obedece a un estado de alegría) pero tampoco queda claro exactamente de qué tipo son, pudiendo ser neurolépticos o antiepilépticos. Esta última versión, por consiguiente, no nos aporta información relevante, e incluso por licencias del director añade posibles trastornos psicóticos (que se manifiestan en forma de alucinaciones y delirios) que dificultan la evaluación del personaje.

En definitiva, el personaje presenta según el DSM-5 trastorno antisocial de la personalidad. Muestra comportamiento que incumplen las normas legales, engaño y utilización de alias (Joker), impulsividad e incapacidad para planificar, agresividad, desatención imprudente hacia la seguridad de sí mismo y los demás y ausencia de remordimientos, cumpliendo el criterio A. El personaje es adulto, cumpliendo el criterio B. No presenta esquizofrenia o trastorno bipolar, cumpliendo el criterio D. Pero no queda totalmente esclarecido su historia en la adolescencia, quedando el criterio C inconcluyente. No obstante, como el predominio de comportamientos que vulneran de forma flagrante los derechos de los demás, en forma de engaño, agresión, impulsividad, etc., es evidente y de peso, se opta por el diagnóstico mencionado.

6. Pero ¿y qué pasa con la psicopatía o la sociopatía?

Algunos de los lectores a lo largo del artículo podrían haberse planteado qué ocurre con los conceptos de psicopatía o sociopatía. Es normal, pues sobre todo, el término psicopatía es de uso común y cotidiano en muchos contextos (y generalmente usado erróneamente, como ocurre con el término bipolar). Pero estoy seguro que muchos tendrían en mente una asociación bastante fuerte entre psicopatía y personajes como el Joker o personas reales que han pasado a la historia por sus atrocidades como Jack el destripador, Ted Bundy, Theodore Kaczynski (Unabomber)… En las primeras ediciones del DSM se hablaba de la personalidad psicopática, pero con el tiempo se ha ido incluyendo dentro de personalidad antisocial. De facto, actualmente el trastorno de la personalidad antisocial es un concepto sobreinclusivo en el que entran tanto psicopatía como sociopatía. Sería algo así como hablar de un diagnóstico de amplio espectro. Por ende, cuando hablamos de sociopatía o psicopatía, estamos hablando en cualquier caso de trastorno antisocial, pero quiero que quede claro que esto no quiere decir ni mucho menos son sinónimos. La realidad es mucho más compleja y plural. Como esta disertación puede suponer un artículo aparte, daremos solo algunas pinceladas de estos dos conceptos.

Como decíamos antes, el DSM debe usarse como un recurso orientativo, no cómo un único método diagnóstico, y es precisamente por problemas como estos (englobar fenómenos diversos) que dirimen en una inespecificidad diagnóstica. Además, a esto se añade el que utilice un método por categorías, donde el diagnóstico positivo y negativo solo disten entre sí por un solo síntoma (recordemos que el criterio A necesitaba 3 o más síntomas, así que la diferencia de no tener o tener el trastorno puede estribar en la presentación de solo 2 o 3 síntomas respectivamente). La fórmula más conveniente es siempre auxiliarse de pruebas específicas y entrevistas que permitan concretar y profundizar en la evaluación de la persona.

En realidad, el término psicopatía ha sido difícil de definir a lo largo de la historia, así como de diferenciarlo de otros trastornos como la sociopatía. Con el tiempo, en la medida que la investigación ha ido evolucionando y los métodos de estudio han sido más efectivos gracias a la teoría acumulada y a la incorporación de técnicas de neuroimagen para el estudio funcional y estructural del cerebro, se ha conseguido discernir mejor estos trastornos. A día de hoy, se puede decir que la psicopatía es un trastorno de origen biológico con importante influencia genética. Al contrario, la sociopatía se trata de un trastorno de origen social con importante influencia contextual. En este sentido, podemos decir que el psicópata nace y el sociópata se hace.

Estudios con mellizos han demostrado que los rasgos psicopáticos tienen un 50% de probabilidad de heredarse a la descendencia, y parece estar involucrado genes que expresan la función serotoninérgica en el cerebro. La serotonina es un neurotransmisor muy involucrado, entre otras cosas, con el estado de ánimo, las emociones y, junto a otros neurotransmisores como la dopamina y la noradrenalina, regulan los mecanismos del miedo, la ansiedad o la agresividad. Además, mediante estudios con resonancia magnética estructural y funcional se ha descubierto que en personas con psicopatía hay alteraciones en la corteza prefrontal (relacionada con las funciones ejecutivas y la socialización), amígdala e hipocampo (estructuras relacionadas con las emociones y el aprendizaje aversivo), el cuerpo estriado (relacionado con el sistema de recompensa) y el cuerpo calloso (estructura que interconecta ambos hemisferios cerebrales).

La sociopatía, en cambio, no tiene un origen biológico u orgánico. Aquí habría que desviar el foco hacia el entorno. La persona sociópata se relaciona más con el método de crianza recibido y una práctica paternal negligente durante la niñez. Biografías con experiencias repetidas de esta naturaleza correlacionan con peores consecuencias negativas para el desarrollo interno y externo del niño. Los individuos educados bajo un amparo negligente suelen presentar una escasa habilidad social (incapacidad para relacionarse socialmente), tienen una nula planificación y trabajo, problemas externos como agresividad, consumo de drogas, escasa competencia social y problemas internos como baja autoestima, malestar psicológico, etc. Responden con agresividad ante el estrés debido a una situación de fracaso porque no toleran la ansiedad, ya que no se les ha enseñado en el contexto familiar.

Si te ha interesado algunas vez en qué consiste el trastorno de la personalidad antisocial, descúbrelo junto a

Además de la diferencia en su origen, la psicopatía y la sociopatía también discrepan en varios puntos. La sociopatía tiende a mostrar mayor impulsividad, menos habilidades sociales, más capacidad para entender las emociones del otro/a, muestran más violencia y mayor comorbilidad (presencia de más enfermedades o trastornos). Hay que tener en cuenta que, en muchas ocasiones, el psicópata es capaz de relacionarse bien con otros, pueden ser elocuente y seductores que les sirve como estrategia para engañar y aprovecharse de sus víctimas. Son capaces de integrarse en la sociedad y pasar desapercibidos (y con ello no ser personas violentas o peligrosas), al contrario que un sociópata, y esa es una de las grandes diferencias a nivel conductual.

Este tema puede ser muy extenso, sin duda, así que si te gustaría que se tratara de manera más profunda puedes dejar tu petición en los comentarios o en «Temas a Proponer«.


Referencias bibliográficas

Referencias bibliográficas principales:

Referencias de obras audiovisuales y literarias citadas en texto:

  • Ayer, D. (2016). Suicide Squad [película]. Warner Bros. Pictures.
  • Burton, T. (1989). Batman [película]. Warner Bros.
  • Dozier, W. (1966). Batman [serie]. 20th Television.
  • Finger, B. (1940). Batman nº1. DC Comics.
  • Moore, A. (1988). The Killing Joke. DC Comics.
  • Nolan, C. (2008). The Dark Knight [película]. Warner Bros. Pictures.
  • O’Neil, D. (1970). The Joker’s Five-Way Revenge. DC Comics.
  • Phillips, T. (2019). Joker [película]. Warner Bros. Pictures.
  • Vern, D. (1952). The Joker’s Millions. DC Comics.

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